Entre Aqueronte y Estigia
Supongo que un pecado conduce a otro: tuve que visitar al dentista ayer y volví a ver a una de las enfermeras que trabajan con él. Es rubia, no muy alta, de mi edad, de ojos claros y sonrisa cálida. Añadamos a esto la bata blanca de enfermera... Hace muchos años que la veo en la consulta, pero en esta ocasión -cuando el dentista me empastaba y yo estaba pensando que me dejaría arrancar todos los molares y premolares por tenerla-, como una chispa que salta del fuegom me ha surgido un interrogante que no he podido contestar: ¿Y si le preguntara si tiene novio? ¿Y si le pidiera que quedáramos? Sé que tengo a Sophie, pero, en nuestras dudas...
Un pecado lleva a otro.
(No todo son inconvenientes. Según Dante, habría ascendido un círculo en su Infierno.)
Un pecado lleva a otro.
(No todo son inconvenientes. Según Dante, habría ascendido un círculo en su Infierno.)
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Malaa -